Contamos con dados contados...

Contamos con dados contados...

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IMPROVISANDO DE MEMORIA (PARTE II)

   Una de las bondades de nuestros dados generadores de cuentos es precisamente que nos ayuda en el ejercicio de la improvisación. De hecho, al jugar en compañía nos ponemos casi en la obligación de contarle a los otros en ese mismo momento una historia con los pictogramas que ellos mismos también están viendo. Ellos podrían improvisar su propio cuento con esa misma tirada. Pero esos otros le darían su propio orden y secuencia a los dibujos, su propia interpretación, su propio significado... Si el cuento lo podemos pensar con tiempo para contarlo más tarde u otro día, también estaremos inventando algo propio y seguro que más elaborado, quién sabe si un cuento mejor. Pero si jugamos a improvisar en el momento, la experiencia me dice que al principio el camino más placentero y divertido es dejarse llevar por las libres asociaciones de ideas y no detenerse demasiado a trabar estructuras. Quizá tan solo no estorbe tener presente la clásica estructura de introducción-nudo-desenlace, para no limitarnos a ir metiendo pictogramas en una sentencia hasta liquidarlos todos. Si se juega a contar una historia en grupo es importante estar atentos a qué parte de esas tres estamos narrando cada uno. 

   Así pues, en general,  no deberíamos premeditar mucho el cuento, sino arrojarnos al barro sin miedo a mancharnos. Como distamos mucho de ser Isak Dinesen o Christian Andersen improvisando, yo personalmente suelo ensayar mis improvisaciones de cuentos con un auditorio quizá no muy exigente pero sí muy agradecido. Mi auditorio se compone de un solo individuo: mi hijo de tres años. Tras el ritual de mezclar sonoramente los Story Cubes en un cubilete y arrojarlos sobre la mesa o sobre la cama, inmediatamente exclamo al ver la tirada en suerte: "Qué historia!" Y ello sin haber llegado siquiera a ver bien qué dados hay sobre el tapete. Pero ese es el primer paso de la improvisación, sentir completa confianza en la jugada y en el jugador (además de que con esa exclamación consigo la inmediata intriga por parte del auditorio al completo). Y entonces miro los dados y cuento de seguido lo primero que va sugiriendo cada uno de ellos, cuidando de trabar una forma más o menos desarrollada y completa de cuento. Tras alguna experiencia acumulada en este modo de juego, tengo comprobadas varias cosas. La primera y más importante: mi hijo escucha con la boca abierta y casi fascinado todo lo que le cuente (esto sea dicho no tanto como mérito del improvisador cuanto como capacidad de asombro de un auditorio idóneo, como el que a mí me ha tocado en suerte). En segundo lugar: por mucho que me esfuerce en no interrumpir mi relato y narrarlo todo de seguido, siempre ocurre que en algún lance el auditorio me insta a ofrecer mayores y más precisas explicaciones sobre algunos de los puntos narrados. Y resulta ser siempre el mismo interruptor, es único para interrumpir. Es el único, a secas. Y también para imitar ese recurso de intriga como preámbulo,  cuando se lanza él mismo a tirar los dados y a contar su cuento. Él lo ensaya haciendo yo de público, así la cosa queda en casa. Pero mi pequeño cachorro además esta mañana ha tenido oportunidad de practicarlo no solo conmigo escuchándole sino también con nuestro amigo Matías, aficionado a los Story Cubes y participante en los comentarios de este blog. El niño ha lanzado los dados y no habían dejado estos de rodar cuando ha lanzado también su archisabido "haaala-qué-historiaaa...", con confianza y oficio pero sin que sonase a rutina, con magia y cierto dramatismo pero sin que pareciese una sobreactuación.


   No sé qué efecto le ha causado a Matías pero a mí el crío me ha enganchado como improvisador ya desde el principio, tanto que le he interrumpido -como hace él conmigo cuando invento yo el cuento- antes de que pronunciara sus siguientes palabras. Y al hacerlo me he dado cuenta que interrumpiendo al interlocutor, como está más que demostrado por los lingüistas profesionales y aficionados, estamos cortando en seco un libre caudal (a veces chorro, a veces riachuelo, a veces torrente) de palabras que llegaban libres y con la fuerza espontánea de allá de donde mana. De modo que al interrumpir al otro cerramos una presa que detendrá una valiosa historia que, tras la interrupción, no se reanudará ya con la misma riqueza. Irá muy probablemente por otros cauces y derroteros y no arrastrará aquellas mismas criaturas que llevaba en su origen y sí, tal vez, otras impurezas traídas por la interpelación. Si uno tiene el cuento tan trillado que se lo conoce del derecho y del revés puede decir tranquilo y orgulloso eso de "interrumpidme cuando queráis". Pero al improvisador convendría dejarle contar de tirón lo que le sale del magín, a no ser que se quede in albis y convenga ayudarle con preguntas que le hagan "recordar" el cuento, de modo similar a como las parteras colaboran a que la madre alumbre, siguiendo la comparación propuesta por Sócrates al explicar la mayéutica.


   Concretamente esta mañana la tirada que nos ha tocado en suerte es esta de los tres dados que componen la expansión de tema intergaláctico de los Story Cubes:


   Y con mis interrupciones, mis intervenciones y las de Matías y las precisiones y apostillas de mi hijo,  ha salido el siguiente cuento tan instantáneo como el mismísimo Nestcafé:


                                   LA CENA SECRETA


"Había una vez un camino en que se prohibía el paso a los niños. Entonces pasó por allí un niño llamado Héctor. Es decir, no pasó así de primeras sino que venía caminando y quiso pasar precisamente por allí donde la señal prohibía el paso a los niños. Justo cuando iba a pasar llegó un robot-policía que se puso delante de Héctor y le dijo sin pasión: "Niño, estás infringiendo la ley 325-2017 de nuestro código galáctico ¿lo sabes?". El niño en realidad no sabía a que se refería el robot-policía, pero antes de que pudiera decir una palabra llegó donde ellos estaban el Rey de los Fantasmas Extraterrestres, nada menos. Este le dijo a Héctor: "¿quieres pasar por donde prohíbe esta señal que pasen los niños?". Y como el niño asintió, el Rey F.E.T con un simple meneo su cetro suprimió la señal de prohibición ante la presencia del robot-policía. Este entonces se dirigió al Rey con su habitual tono despersonalizado: "Acabas de infringir la ley 487-2017 de nuestro código galáctico, por lo que procedo de inmediato a detenerte y a llevarte al calabozo para reyes fantasmas extraterrestres". En ese momento habló por fin el niño: "No, no, robot-policía! No te lleves a la cárcel al rey fantasma, perdónale por favor. ¿Me puedes llevar a mí en su lugar?". Ese gesto conmovió al Rey F.E.T y convenció al robot, que se llevó a Héctor a la cárcel para niños que quieren saltarse señales de prohibición y piden ir voluntarios al calabozo. "Esta primera noche -le dijo el robot al dejarlo en su celda- te irás a dormir sin comer ni beber nada de nada". Pero había en la cárcel otro policía que no era robot y se llamaba Matías, quien le dijo a Héctor: "Si no le dices nada al robot, te traeré algo para cenar ¿prefieres un vaso de agua o un vaso de leche?". "Agua", dijo el niño temiendo pedir demasiado, aunque hubiera preferido tomar leche. "¿Y de comer quieres una galleta normal o una de chocolate?". "De chocolate", dijo ahora Héctor para equilibrar el menú y porque no sabía decir que no al chocolate y menos aun en la cárcel. "Te traigo de cenar lo que me has pedido pero prométeme que será un secreto y no se lo dirás a nadie", le dijo Matías con el plato en la mano. Héctor se lo prometió, se comió las galletas de chocolate (Matías le trajo varias), se bebió el agua y se durmió. A la mañana siguiente despertó al oír una voz dulce y muy familiar que le decía: "¿tienes sueño aún, bombón de chocolate?". Era su mamá! Héctor comprendió que ella había venido a rescatarlo de la cárcel y se puso muy contento. "¿Cenaste algo anoche, cariño?", le preguntó ella. Y casi sin darse cuenta él le dijo: "Sí, agua con galletas de chocolate! Me lo dio Matías". En ese mismo momento se dio cuenta de que había contado el secreto que Matías le había pedido que mantuviera en silencio. Pero a Matías, que estaba además allí mismo contando este cuento, no le importó porque al fin y al cabo Héctor había contado el secreto a su mamá y no al robot-policía, así que todos se rieron y dieron este cuento por terminado.  

IMPROVISANDO DE MEMORIA (PARTE I)

                                      
    Uno de los más reconocidos escritores de cuentos tituló a su primera novela "El improvisador", que para mayores señas es autobiográfica. Hans Christian Andersen, autor de "El traje nuevo del emperador" o "El patito feo" y casi doscientos cuentos más, narra en esa primera novela sus viajes por Italia a finales del siglo XIX. En ese cuento autobiográfico, el protagonista viaja a la aventura por Roma, Nápoles o Venecia; su oficio es el de crear poesías en el momento, casi al instante, a partir de un determinado motivo o tema pedido por el público. En Italia precisamente hubo individuos que se hicieron célebres con esta profesión de cuentacuentos improvisadores, que al parecer era muy respetada en la época.

   Aquí y ahora no pretendo más que dar un par de pinceladas sobre la improvisación de versos, como pretexto para jugar luego con nuestros dados generadores de cuentos. La improvisación ha sido un arte rara pero también fascinante y en algunos contextos tiene hoy en día un gran arraigo y popularidad. Es muy recurrente mencionar la música rap y muchos podrían improvisar aquí sobre ese arte o destreza en los raperos; hay incluso sitios en que uno puede aprender en doce pasos a rapear improvisando, lo puedes comprobar aquí

  Pero si se habla de improvisación poética sería injusto olvidarse de los repentistas cubanos, de los payadores argentinos, de los troveros murcianos, de los decimistas peruanos o de los bertsolaris vascos. Y por supuesto que hay muchas más muestras de formas de improvisación poética en el mundo. El arte de la improvisación no es una tradición local o propia solo de una zona o región. Pero precisamente no tan lejos del folklore y  del romanticismo tardío de Christian Andersen, es inevitable que nos detengamos unas líneas en los bertsolaris,  que improvisan versos cantados, debiendo respetar siempre tanto la melodía como la rima, así como el tema prefijado y que al bertsolari no se le da a conocer hasta el mismo momento de cantar.  Aquí podéis deteneros a ver cómo un vallisoletano en su monólogo (no improvisado, pero bien interpretado) se ríe con cariño a costa estos versificadores vascos que vio en un campeonato, pero reconoce que, aunque él no entiende el euskera, lo que canta improvisando el bertsolari "le llega". La nueva generación de jóvenes bertsolaris ha logrado mantener viva esta hermosa tradición y tiene un éxito abrumador. Entre los vascos, según dicen, un gran bertsolari es más célebre que un escultor o que un pintor afamados. 

   Y aquí es cuando uno se acuerda del famoso e inmortal Homero, que acaso sea el mismo que los homeros anónimos que siglo tras siglo cantaron los versos épicos improvisados sobre formas esquemáticas. Raperos del mundo clásico. El profesor Maximiano Trapero escribió sobre la improvisación poética popular:    "Y está esa inmensa mayoría silenciosa de poetas populares improvisadores que cantan cada día, o cuando la ocasión se presenta, en el ámbito limitado de sus respectivos entornos, sin más espectadores que los que la circunstancia haya podido concurrir y sin otra pretensión que alegrar la tarde, o amenguar una pena, o decir en verso lo que el pensamiento dicta, para reflexión de la concurrencia".  

   Es exactamente ese el porqué y el valor de un canto o un cuento improvisados: agradar al público, llegándole incluso a fascinar. De esto tenemos más ejemplos de los que nos parece. En la película "Antes del amanecer" (dirigida por Richard Linklater en 1995) hay una escena en que un tipo necesitado de dinero aborda a la pareja protagonista mientras estos saborean su recién estrenado amor junto al Danubio de madrugada; el tipo no les pide dinero sino una palabra a partir de cual él improvisará un poema que, tal y como pactan, si les "enriquece sus vidas" el poeta será gratificado con lo que voluntariamente quiera obserquiarle la joven pareja. En el momento el chico escribe unos versos y se los recita a Celine y Jesse, que quedan fascinados al escuchar y sentir que las palabras improvisadas de ese desconocido van dirigidas tan solo a ellos esa noche, como si ese tipo fuera el mensajero de una aventura que no terminará con el día. Por cierto, la palabra que elige Celine está a primera vista entre las menos poética según los cánones...

    Y el cine también ha dejado otra escena legendaria para lucimiento de la improvisación oral. En "Memorias de África", la excepcional escritora Karen Blixen (su pseudónimo literario era Isak Dinesen) es alentada por Denys (el personaje de Robert Redford) a contar un cuento que amenice la velada a los allí presentes. Ella no se hace de rogar en absoluto y da entender que disfrutará de ello como de un juego, igual que cuando sus sobrinas le proponían la primera frase del cuento que Karen les contaba cada noche. De modo que Denys comienza con una frase insólita que Karen inmediatamente prende a sus palabras y enlaza en una narración cautivadora. El improvisado relato fluye con un caudal fascinante de principio a fin; el espectador de la película comparte la misma experiencia que los embelesados auditores de Karen, aun sin escuchar sus palabras sino la bella música de John Barry sonando sobre las llamas de una vela y de una chimenea (el fuego como logos...). En definitiva, cuando escuchamos a un buen improvisador atendemos a sus palabras asombrados porque parece que está improvisando de memoria. Y en cierto modo lo hacen, conjugan memoria e imaginación en una narración que, de alguna manera,  es verdad.

   Una vez dibujada esta introducción o tributo a los grandes improvisadores orales, para no alargarme más dejo los aspectos de tipo más práctico para la segunda parte de este "IMPROVISANDO DE MEMORIA". Y ahora sencillamente propondré una tirada de Story Cubes (los nueve dados de la edición original y los tres de la expansión de "TERROR"). Como comentaré en la siguiente entrada a este blog, esa tirada la improvisé en su día con un cuento diferente al que aquí propongo más abajo de la foto, algo más meditado y elaborado. No dudéis en inventaros vosotros mismos un cuento a partir de esta tirada de dados y dejadlo por escrito en los comentarios de esta entrada!.

  



  SI YO FUERA POBRE...


   Yo tenía una mansión con unas envidiables vistas a un bonito jardín de estilo inglés, generoso en vegetación silvestre, desprovisto de normas geométricas y repleto de maleza, arbustos, manzanos y una gran variedad de árboles frutales. De todo había en abundancia en aquel vergel, coronado en la loma más cercana a la mansión  por un tiovivo imponente que hacía las delicias de niños y mayores. Recuerdo cómo en sus giros ecuestres disfrutábamos en familia de las puestas de sol los días de fiesta que eran, cuando menos, cinco a la semana rotando en cadencia con la vida el tiovivo. De modo que el carrusel de días festivos se engranaba en sucesivas vueltas con el carrusel de los caballitos y el de las puestas de sol, unas vueltas dentro de otras como en el sistema de epiciclos y deferentes de los antiguos astrónomos.

   Los ricos también sueñan. Yo una noche soñé que un gran fuego arrasaba mi mansión y mi jardín y que, entre astillas y brasas, relinchaban  los caballos de madera del tiovivo siendo devorados por las llamas en su girar incesante. Soñé que caía casi eternamente por un agujero y nunca alcanzaba el fondo y nunca sabía por que me caía, hasta que me dormí cayendo. Soñé que despertaba sepultado por montones de arena y guijarros y que inútilmente logré sacar una mano a la superficie, pues nadie había allí para ofrecerme ya auxilio...

   Fue tan vívido aquel sueño que desde aquella noche me siento un poco extranjero en mi propia vida. Y eso no me disgusta. Mis allegados en alguna ocasión han sugerido que, en ocasiones, parezco un alienígena. Y entonces me pregunto si ellos mismos se han llegado a creer por completo y sin dobleces el papel que interpretan en este escenario... 

TRAMAS DE PICTOGRAMAS


  He aquí una relación de los dibujos de la edición original de Story Cubes con las correspondientes expresiones verbales que designan, denotan, connotan, evocan...


Casa
Hogar
Vivienda
Casa rural, casa de campo
Comodidad (como en casa)
Familia
Seguridad
Tradición, permanencia



Avión
Volar, viajar, despegar aterrizar
Superar obstáculos volando
Viaje
Escapada
Pilotar
Tripulación
Azafata de vuelo

Escarabajo
Insecto
Símbolo de la inmortalidad
Antiguo Egipto
Volkswagen "beetle"
Metamorfosis

Ábaco
Contar, contabilizar
Sumar, restar...
Números
Dígitos
Recuento
Vender, comerciar
Matemáticas, cálculo

Teléfono
Tele-comunicación
Llamada, mensaje
Comunicación
Agenda telefónica

Árbol
Bosque
Ramas
Tronco
Madera
Sabiduría, ciencia
Crecimiento
Frutos

Fuego
Llama
Calor
Chimenea
Cocinar
Luz
Cambio, transformación
Destrucción

Drama
Teatro
Espectáculo
Interpretación
Apariencia, máscara
Artista
Emociones

Tienda
Refugio
Protección
Camping
Campamento
Vivienda temporal
Aventura
Inseguridad
Linterna
Luz
Iluminar
Descubrir, traer a la luz
Claridad
Exploración
Arrojar luz sobre algo, explicarlo 

Tortuga
Galápago
Reptil
Casa, protección
Longevidad, resistencia, persistencia,
Paciencia
Lentitud

Voz
Hablar, declarar, proclamar
Sonido articulado
Comunicación
Expresión
Discurso
Mensaje
Cómic


Puente/río
Cruzar, atravesar
Conectar, comunicar
Unión
Estabilidad
Transición, atravesar
Devenir, fluir


Balanza
Equilibrio, desequilibrio
Justicia, injusticia
Equidad
Juicio
Sopesar opciones
Inclinar la balanza
Balance de cuentas
Pirámide
Antiguas civilizaciones
Egipto
Panteón, monumento funerario
Faraón
Momia

Candado
Bloqueo
Secreto
Seguro
Guardado, custodiado, bajo llave

Paracaídas
Paracaidista
Supervivencia
Aterrizaje tras una situación difícil
Rescate
Ejército
Aventura

Key
Llave
Clave
Abrir, cerrar
Seguridad

Edificio
Oficinas de negocios
Apartamentos
Lo más alto, torre, rascacielos
Comercio, riqueza, poder


Dado
Juego
Probabilidad
Oportunidad
Arriesgarse
Azar
Fortuna

Dormir
Sueño
Descansar
Roncar
Anestesia
Adormilado, adormecido
Alien
Extraterrestre
Extranjero
Extraño
Turista
OVNI
Visitante
Otros mundos

Carnet
Pasaporte
Documento de identidad
Identificación
Papeles, legalidad
Ficha

Learner
Novato, aprendiz
En prácticas
En formación
L: palabras que comiencen por L

Pez
Agua, mar, río
Nadar, bucear
Pez en el agua (seguridad)
Piscis
Pescado



Sonrisa
Feliz
Contento
Emocionado
Alegría
Inocencia
Sombra tenebrosa
Algo terrible se oculta y se proyecta
Monstruo
Lado oscuro
Miedo
Fobia
Doble personalidad: Dr.Jekill y Mr. Hyde
Una posesión diabólica
Un pasado oscuro que te atrapa

Bombilla
Luz
Idea brillante
Invención
Ilustración, inteligencia, razón
Lámpara
Cordura
Claridad
Verdad
Abeja
Insecto
Picadura
Comunidad, labor, cooperación
Polinización, miel
Zumbido
De flor en flor
Bastón, garrota
Apoyo, ayuda
Soporte
Cayado
Pastor
Báculo
Bastón de mando, cetro, poder, veteranía
Vejez
Cojera, lisiado
Arco Iris
Colores
Buena suerte
Esperanza
Prosperidad
Bendición
Puente entre cielo y tierra

Imán
Atracción
Polos opuestos
Bipolar
Conexión - repulsión
Campos magnéticos
Ojo de la cerradura
Puerta
Nuevas posibilidades
Espiar
Explorar
Bajo llave


Tristeza, congoja
Miedo
Temor
Desesperanza
Descontento
Desgracia
Tierra
Globo terráqueo
Planeta
Mundial, global
Medio ambiente
Sostenibilidad

Mano abierta
Dar, tomar, tocar
Saludar
Interactuar: echar una mano
Acción: manos a la obra
Manos limpias
Levantar la mano: ofrecerse, preguntar.

Flecha
Indios
Plumas
Western
Tiro con arco
Cupido, flechazo
Puntería, acertar
Rapidez

Luna
Creciente
Croissant
Menguante
Tiempo, ciclos
Luz de luna
Progresión, fases
Fertilidad, mareas
Dirección
Señalización
Orientación
Progresión/regresión
Crecer/decrecer
Tendencia
Evolución

Ojo
Mirar, observar, vigilar
Inteligencia
Visión
Clarividencia
Vigilancia, examen, estudio
Velar

Huella
Seguir los pasos
Impacto, influencia
Pisadas
Pasos
Viaje
Progreso
Movimiento
Pisar
Brújula
Orientarse, desorientarse
Variedad de opciones o caminos que se abren
Rosa de los vientos
Puntos cardinales
Confusión
Libertad de elección
Expansión
Estrella
Estrella fugaz
Buena suerte
Esperanza
Deseos, sueños
Estrella de Belén
Orientación
Manzana
Fruta
Pecado original, tentación
Salud, sano como una manzana
Manzana podrida
Lupa
Misterio
Detective
Búsqueda, investigación
Enfocar, examinar, estudiar, analizar
Detenerse a observar

Reloj
Tiempo
Puntual, retraso
Planificar
Viaje en el tiempo
Cita
Fecha límite
Alarma
Transcusro del tiempo
Varita mágica
Magia
Ilusionismo
Espectáculo
Encantamiento
Truco
Encantamiento, conjuro, hechizo
Bruja, hada
Sobrenatural
Rayo
Experiencia de shock
Suceso repentino
Alto voltaje
Electricidad
Tormenta
Instantáneo
Relámpago
Velocidad

Torre
Castillo
Fortaleza
Edad Media
Almena
Vigilancia
Princesa encerrada







    

Ovejas, corderos
Inocentes
Animales de granja
Lana
Mansedumbre, docilidad
Ganado
Sacrificio
                                                                                                                                                                                                                                                                                    
               
Fuente
Agua
Pilón
Devenir, fluir
Vida
Vitalidad